21 de mayo de 2023

En el siguiente encuentro, que, si mal no recuerdo, ocurrió unas dos semanas después del anterior, volvimos a vernos en el mismo local. Esta vez, habíamos estado hablando por Instagram antes de encontrarnos. Tomé la iniciativa de preguntarle si iba a venir por la noche, y ella no tardó en responder confirmando que sí. Entonces, tímidamente, le dije: "Vale, pues nos vemos jaja". 

Al llegar al encuentro, me sentía muy nervioso y quería acercarme a hablar con ella, pero los nervios me lo impedían 😩. Mientras tanto, estaba hablando con Andrei, quien no dejaba de insistirme: "Goo faam", "Go talk to her faaam", "Faaam, she is leaving, so go there to talk now"... Finalmente, decidí enviarle una foto por Instagram preguntándole dónde estaba. Ella respondió con otra foto indicando su ubicación. Por lo que me contó más tarde, a estas alturas ella también estaba empezando a sentirse atraída por mí, aunque intentaba convencerse a sí misma diciéndose: "Miriam, te estás volviendo a pillar, para ya", y cosas por el estilo. 

Sabiendo dónde estaba exactamente, llené un plato de plástico con cozonac y otros dulces que había en el local y fui hacia ella. Le encantó el detalle de que le llevara ese plato lleno de cosas ricas. Pasamos el resto del encuentro hablando, y esa noche también conocí a su hermano, con quien tuve una conversación muy interesante. Luego, Miriam me reclamó que había pasado más tiempo hablando con su hermano que con ella y que eso le había molestado un poco 😂. 

A partir de ese momento, comenzamos a hablar más. Cada día nos enviábamos una foto, y tuvimos otro encuentro (las fotos están abajo) antes de empezar a hablar cada vez más, hasta que finalmente decidimos salir a comer sushi. Por iniciativa de Miriam, también compramos unas pulseras a juego. Cuando escuché que quería unas pulseras de pareja conmigo, empecé a enamorarme profundamente de ella, a un nivel que nunca había experimentado antes. Era tan fuerte que incluso me daba miedo, porque no sabía cómo manejar emociones tan intensas.