Foto del lugar donde nos conocimos, un simple local situado en la Calle de Eduardo Torroja en Coslada
Ubicación exacta del local donde tuvimos el encuentro, donde nos conocimos
Todo comenzó la noche del 15 de abril de 2023 (aunque lo más importante sucedió después de la medianoche, así que realmente comenzó el 16 de abril). Las iglesias de Torrejón Sión y Eben-Ezer habían organizado un encuentro para los jóvenes. Esa noche, Miriam llegó acompañada de su prima, mientras que yo estaba con mis amigos Alex y Andrei. Cada uno estaba a su aire, sin ningún tipo de interacción entre nosotros. Sin embargo, mientras yo estaba sentado con Andrei en uno de los sofás de la entrada del local, ya le estaba comentando lo hermosa que me parecía la chica que estaba de pie en el sofá de enfrente, hablando con alguien a quien no recuerdo.
En ese momento, realmente no estaba buscando nada con nadie, ya que aún me sentía un poco incómodo por algo que había sucedido no mucho tiempo antes. Pero, curiosamente, esa chica de pie tenía algo especial, algo que no había visto en nadie hasta entonces. Sentía una especie de energía que me atraía hacia ella, y desde el primer momento, aunque ella ni siquiera sabía de mi existencia, mi corazón comenzó a latir más fuerte y sentía mariposas en el estómago cada vez que la veía. Poco después, Andrei tuvo que irse, así que me quedé solo con Alex.
Decidimos salir a dar una vuelta por la zona y encontramos una furgoneta abandonada que había chocado. Para nuestra sorpresa, estaba abierta y la electrónica seguía funcionando 😅. Alex y yo entramos en la furgoneta, conectamos mi móvil por Bluetooth y comenzamos a poner música en los altavoces. Estuvimos haciendo el tonto un rato 😂... Fue entonces cuando Miriam, su prima y algunas personas más decidieron acercarse para ver qué estaba pasando. Comenzamos a hablar un rato: Alex, Miriam, su prima y yo. Alex, en ese momento, se fijó en Irene, la prima de Miriam, y quería pedirle su Instagram. Sin embargo, curiosamente, esa noche estaba tímido y me pidió que le hiciera el favor. Así que, sin pensármelo dos veces, fui y se lo pedí, tanto a Irene como a Miriam.
Parece que a Miriam le gustó la forma en que me acerqué a ellas. Después de pedirle el Instagram a Irene, le di mi móvil a Miriam para que escribiera su cuenta, sin hacerle ninguna pregunta previa. Fui directo, como siempre suelo ser, y esa noche conseguí el Instagram de las dos chicas, Irene y Miriam. Seguimos conversando un rato más.
En un momento, Miriam me vio aplicándome vaselina y me pidió un poco (ese bote de vaselina sigue existiendo hoy en día, guardado en la cajita con los regalos que le he ido dando). Estábamos hablando tranquilamente, pero ya se hacía tarde y era hora de irnos. Al despedirnos, le deseé buenas noches a todos los que estaban allí, y por último a Miriam. Ella me respondió con un "buenas noches" que, además de ser el más tierno que había escuchado jamás, por algún motivo, esas simples palabras me llenaron de mariposas el estómago y aceleraron mi corazón, dejándome pensando en ella durante todo el camino de vuelta a casa.
Después de esa noche, no volvimos a hablar hasta el próximo encuentro que se organizó.